miércoles, 31 de agosto de 2016

Las consecuencias del todopoderoso Google. El motor de búsqueda se convirtió en un monopolio mundial que puede acabar con millones de empleos. ¿Revolución o amenaza?

Las consecuencias del todopoderoso Google.
El motor de búsqueda se convirtió en un monopolio mundial que puede acabar con millones de empleos. ¿Revolución o amenaza?
Las consecuencias del todopoderoso Google Foto: Pixabay
Las cifras de Google dejaron de ser sorprendentes para convertirse en preocupantes para el sector de las telecomunicaciones. Tan sólo que más del 78 % de los teléfonos móviles del mundo tengan el sistema Android es un dato que puede tener consecuencias a corto plazo. Ni hablar de lo que pasa con las cifras del buscador.
El monopolio mundial de Google pasó de ser un caso de éxito a transformarse en una alarma. La primera consecuencia de tanto poder acumulado tiene que ver con el modelo de publicidad que maneja el gigante de internet. Actualmente, quien quiera aparecer en las tres primeras páginas debe participar en una especie de subasta en la que quien más ofrezca ganará el ansiado clic del usuario.


Aunque en principio la oferta lucía democrática, con el correr de los años las marcas poderosas, con el suficiente músculo económico, acaparan los primeros espacios y a la postre se llevan los usuarios. Así las cosas, las pequeñas y medianas empresas quedan relegadas a menos que gasten buena parte de sus ingresos en publicidad web.
Google insiste en que su potente algoritmo es democrático y premia a las páginas que mejor rendimiento tienen frente al usuario. El premio es el famoso posicionamiento orgánico, que no es más que aparecer en las primeras páginas sin necesidad de pagar. Sin embargo, este modelo sigue siendo subjetivo y Google siempre tiene la sartén por el mango.
En cuanto al sistema operativo Android, el tema es aún más complejo. Google está en uno de cada tres celulares del planeta y decide qué aplicaciones instalar, qué información requerir y sobre todo, qué datos venderles a las marcas que le pautan.
Para medir el poder de este monopolio, basta que haga el ejercicio de encender un teléfono Android y tratar de utilizarlo sin tener correo Gmail. Simplemente no puede hacer nada como usuario y lo más grave es que la única opción es buscar un terminal casi siempre más costoso.


Durante el Undécimo foro de regulación de comunicaciones organizado por la Comisión de Regulación y Comunicaciones (CRC), el tema fue ampliamente discutido por expertos nacionales y extranjeros. Y más que plantear alternativas para enfrentar el reto legislativo y operacional que impone Google, la conclusión fue que hay que adaptarse a lo que llamaron el "nuevo entorno" y esperar que la Unión Europea o Estados Unidos propongan alternativas.
Para el experto español Carlos López-Blanco, es "preocupante los niveles de ocupación de mercado de Google". López-Blanco señaló que si los reguladores a nivel mundial no toman cartas en el asunto, más adelante será muy tarde para muchas industrias.
Por su parte, Pablo Bello, de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones, señala que "no se puede regular con paradigmas del siglo pasado tecnologías tan dinámicas como Google". Y señaló que Latinoamerica debe enfocar sus esfuerzos en fortalecer las industrias de contenidos para competir con Google.


Pero ahí juega una nueva consecuencia del monopolio de Google. ¿Cómo una empresa puede crear contenido sin nadie que lo consuma? Si Google no "premia" a los portales, como ocurre con los de información, la tendencia es la desaparición de actores del mercado, el claro ejemplo de esto es lo que le ocurrió a Yahoo y su desvalorización.
En todo este entramado, el usuario es el más importante y a la vez el más ajeno a la problemática. Para el consumidor lo único que prevalece es encontrar lo que busca en la web, que la página cargue rápido y que sea lo más económico posible. Pero detrás de esa búsqueda diaria de información hay una guerra que está dejando a muchas personas sin trabajo.
Para Raúl Katz, experto en telecomunicaciones, las previsiones más optimistas hablan de que en menos de 10 años, el 28 % de la población mundial puede cambiar o perder su empleo. Esa, acaso, es la consecuencia más grave de que Google se haya convertido en un monopolio de la información.


FUENTE: http://www.semana.com/tecnologia/articulo/consecuencias-de-que-google-sea-un-monopolio/491710

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